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Todos nuestros snacks están hechos pensando en tu mascota. Están hechos de alimentos naturales que son seguros para mascotas de todos los tamaños y edades. Sin embargo, si su mascota tiene alguna condición médica, consulte a un veterinario antes de darle nuevos alimentos.
Al igual que con los humanos, puede tomar tiempo adaptarse a los nuevos alimentos. Trate de dar una pequeña cantidad primero y deje que su mascota la huela y la pruebe. En el caso de algo muy nuevo, por ejemplo las patas de pollo, las dejas fuera durante veinte minutos junto al plato de comida de tu mascota. Si no muestran interés, déjelo de nuevo al día siguiente durante 30 minutos y continúe haciéndolo durante unos días. Algunas mascotas simplemente necesitan tiempo para sentirse cómodas con cosas nuevas. Dales la oportunidad de explorar a su propio ritmo.
Nuestros snacks están hechos con ingredientes frescos y naturales sin conservantes añadidos. Es cierto que la deshidratación elimina suficiente agua para permitir que los snacks permanezcan sin moho durante algún tiempo sin refrigeración.
Sin embargo, el problema de mantener los alimentos sin refrigerar es la oxidación de las grasas. Todas las carnes contienen grasas, que son muy frágiles incluso después de cocinar y procesar. Una vez que abres la bolsa de comida procesada para mascotas o snacks deshidratados, el aire comienza a causar oxidación, que a su vez elimina el ácido docosahexaenoico (DHA) y lo vuelve rancio.
Cuando un ácido graso, como el DHA, se vuelve rancio, puede causar muchos problemas de salud para su mascota, desde diarrea a corto plazo hasta daño celular y cáncer a largo plazo. Para evitar esto, recomendamos las siguientes pautas: congelar los snacks por no más de 3 meses, refrigerar los snacks por no más de 3 semanas, mantener los snacks a temperatura ambiente por no más de 3 horas.
La deshidratación de carnes y verduras a bajas temperaturas mantiene su contenido nutricional. Mientras tanto, cocinar a altas temperaturas no solo destruye el contenido nutricional de los alimentos, sino que también crea toxinas llamadas los Productos Finales de Glicación Avanzada (AGEs por su sigla en inglés). AGEs tendrían directa relación con la generación e incremento progresivo de enfermedades crónicas como obesidad, síndrome metabólico y diabetes, e incluso el cáncer.
Para prolongar la vida de su mascota y mantener su salud, es mejor alimentar solo alimentos crudos, ligeramente cocidos en agua, horneados por un corto tiempo o deshidratados.
Los huesos cocidos son muy peligrosos para los perros, ya que pueden causar obstrucción intestinal. Los huesos crudos de pollo, pavo, conejos son perfectamente seguros y nutritivos para perros y gatos. Nuestros productos se deshidratan a bajas temperaturas, lo que significa que los huesos nunca llegan al punto de cocción y permanecen crudos, mientras están secos. Si bien nada es tan digerible como los huesos crudos, los huesos deshidratados son la segunda opción más segura para las mascotas.
